En las ferias se mira, se toca, se prueba, se aprende, se observa...Pero nosotros creemos que lo que más vale son los momentos que se crean y se comparten, la complicidad y la ilusión de estar allí y, año tras año, encontrarnos con caras familiares que se convierten en nuevos amigos.
Y ayer recordábamos esto mismo delante de una buena comida junto a nuestros amigos, Xevi Ramon y Marc, de Triticum. Como se crea una familia alrededor de un stand, compartiendo risas, pan, conservas y momentos que perduran.
Llegaron desde Cabrera y el Aula de Cocina se envolvió en un delicioso olor a pan recién hecho que hoy todavía dura. Un olor a pan que algunos ya habíamos olvidado.
Aprendimos mucho estas horas que compartimos con ellos y no olvidaremos la ilusión, el cariño y la pasión con la que hablaban de su trabajo porque algo así no se ve todos los días.
Desde aquí les deseamos todo lo mejor y que, no lo dudamos, lograrán.
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